2.2.12

Cuántos años me imploró el corazón que lo llevara de nuevo a hacia ti para amarte, cuánto tiempo te creí la única que podía ampararme, el último resquicio de mi felicidad. Tanto me lo pidió el corazón, que te busqué sólo para enterarme que en la mujer que eres ahora ya no estás tú, que los años pasan implacables. Escuchar tu charla seca y estéril me ha destrozado los sueños, me ha matado la fe. He sido iluso para no aceptar que realmente todo terminó, para no volver a querer ni volver a vivir. Me perdí a mí mismo cuando me llené de tu sombra. Ruego que aun no sea tarde para recomenzar, para dejarte por fin ir, devolverte y que tus huellas se fundan en el ancho mar.