29.10.11

Ayer fui solo al árbol que fue nuestro para conversar contigo como suelo, susurrándome a mi propio oído todas las cosas que no te dije, mis arrepentimientos desangrados, mis palabras de amor tardías. Abrazado al árbol llorando agradecí que las plantas no hablaran, que él me acogiera en silencio y me permitiera simplemente estar ahí contigo, mientras tú no estabas.